viernes, 12 de agosto de 2011

A la ilusión lanzada a través
de cuanta corrupción nos quiere, nos rodea,
le dimos un nombre. ¿Lo hemos olvidado?
Acaso era un sueño, un recuerdo, una sombra.
¿Aún quieres
llamarla
belleza?

Pretendes un sistema

Quien trabaja con el orden busca la belleza.
Quien trabaja con el caos busca la belleza.
¿Cómo negar que incluso en la minuciosidad
del delirio suicida no está también la búsqueda
de la belleza?
Es hermosa la muerte, es hermoso el olvido.
Es hermoso el perdón, que deja atrás los imposibles.