jueves, 21 de abril de 2011

Cuando no quieres dormir,
tus sueños ya han ganado la partida.
¿Qué te tienes prohibido?
Te tienes prohibido los juegos de palabras.
Te tienes prohibido dejarte arrastrar por la semántica.
Hace tiempo prohibiste el exceso de repetición,
el rigor funcionalista y el despliegue ornamental.
No ser depresivo ni babear por la alegría.
Y ese amor a enumerar: prohibido.
Y ese gusto por el laconismo explosivo: prohibido.
Sé original, expón abiertamente tus defectos.
La exageración de tu sistema inmunitario
que te hace intolerante a la perfecta disciplina.

Acto (amoroso) fallido

Esto que vivo es un desliz de tu vigilancia

Distancia

Hay dos dioses: La Ley y el Delito.
La Ley es ineludible, pero el Delito es posible.
De esta paradoja surgen numerosos diosecillos.
Hacia abajo destilan saber e ignorancia.
Hacia arriba el deseo de la Ley por conocerse
y conocer cualquier otra dirección.