jueves, 4 de octubre de 2012

Si el tiempo no existiera habría que inventarlo, aunque sólo fuera para ver qué pasa.
Que una simple tilde eche por tierra
un doble sentido, igual hace mi cuerpo
con mi historia... ¡Cainitas, sí, las leyes
de este mundo!
Mujer, llamo a tu puerta y tú eres la puerta tras la cual no está la mujer. Miro mis nudillos, ¿qué les has quitado? ¡Ah de tus labios!
Nadie pudo nunca ejecutar un acto de pesimismo absoluto.