miércoles, 10 de junio de 2015

Prisioneros

Voy a saber de ti tanto como el cuerpo
me permita saborearte.
Tanto como este idioma me deje
acercarme detalle por detalle.
Cuanto espacio mi cultura haya desplegado
sobre las curvas de tu conocimiento.
Y si mis sentimientos son generosos, así
te sentiré. Y si la física es humana
querrá hacerme hábil en el tenerte.
Pero si el cuerpo me deja, el detalle desplegado
dará generoso conocimiento al tener humano.
Sin cuerpo y sin sabor, renglón o tiempo,
siente conmigo y adelanta
cualquier otro imposible.

Consulta

Y le pregunto a los pasillos, entre los que no leí tus cartas.
Sepan todos que en los pasillos estudiaba en verano.
Eran tiempos aquellos en que el calor era algo.
Estudiaba en los apuntes farragosas consideraciones
lejos del amor con el que años después ibas a escribirme.
Y mi cuerpo ya no cabe en la ausencia de tu letra.
Por falta de ritmo se derrama en recuerdos.
No debiera ser del cuerpo la memoria.
Al otro lado del silencio vives y hablas. Lees
enunciados que desconozco. Habitas pasillos
donde otro te estudie tanto y te ame.

Recepción

Altera el lugar. Cierto que carece
de memoria, porque memoria e invento
hijos pródigos son lejos del espacio.
Altera el lugar. Dada la lentitud
de sus manos inabordables, manchadas
con su campo visual que no puede tocarlas.

Mantra

Como circula la sangre, así
el lenguaje. Los vecinos
cuchichean de tanto oír la lluvia.
Como abejas acuden
a los textos antes de lo previsto.
Si hace calor, sudan palabras.
Si hace frío, encienden el hogar
con sus opiniones. Ahí queda
el lenguaje en estratos, muy antiguos.
Por constelaciones se nombran sus obras.
Grandes piscinas de vocablos sirven
de recreo a los que aman
bucear. Eyaculan suspiros. Muerden campos
semánticos en espasmos de tregua o nostalgia.
Grandes discursos separados por montañas
en las que ecosisteman discursos pequeños
y minúsculos sumarios inmunológicos.
Un día feliz las palabras
se repetían como espejos
entre espejos; pero era
aquel antiguo río bajo el joven que miraba
sin oír
el silencio.