sábado, 31 de agosto de 2013

El olvido insiste derrota tras derrota
en acompañarnos por más que trabajemos
para no hacerle caso. Es un extraño
y fiel amante, que no consigue
transformarnos, ¡pobre!
El fracaso es un hueco donde esconderse un rato.
Fugaz.
Después de conocer y amar estamos expuestos
átomo por átomo, momento tras momento.

Expuestos y pendientes
del vacío cualquier imaginación
se volverá distancia

que pensamiento alguno sabrá nunca recorrer, a pesar
de sus hermosos, trágicos, cariñosos intentos.