lunes, 27 de septiembre de 2010

Su enfermedad venía de otro mundo

VII
Habían traído al hospital su cuerpo insignificante.
–¿Quién és?
Pero nadie pudo dar una respuesta.
¿Qué hace aquí, de dónde viene, qué le ha llevado a esta situación? Pero... ¿sabemos en qué consiste esta situación? Una fatiga febril, un pensamiento mudo y delirante, espasmos, dolor (sin duda dolor, aunque desde fuera era difícil saberlo), síntomas evidentes, inconexos, como pertenecientes a un lenguaje extraño o a una enfermedad venida de otro mundo.
Hicieron los análisis pertinentes. Ajustaron lo que había que ajustar. Recuperaron el tono mecánico del seguir viviendo. Pero su pulso era en realidad una incógnita. ¿Cuál era la relación entre su cuerpo, su ser y su historia?