jueves, 5 de junio de 2014

Esperen que les ponga nombre y entonces
podrán pasar por orden a usurpar sus odios.
Para que veas cuán poco es suficiente para
que cabalguen por sus labios ríos de deseo.
Cuando abandonan una tarea los recuerdos
lo desconocido del mundo fluye a ocupar su sitio.
Las páginas adoran el gesto con que las pisas.
Quieren nadar. Quieren ser el suelo de tus sueños.
Alguien sospecha que nunca hallarán la novela completa,
sino sólo la despiadada selección que perpetró su autor.