Al séptimo día pidió la dimisión
pero no se la aceptaron.
martes, 2 de octubre de 2012
Los tiempos que corren
Ya nadie se atreve a plagiar el amor puro.
Sólo yo conservo un facsímil.
Mío es el privilegio de enseñarlo
en cada momento a quien me apetezca
más allá de mi natural carácter reservado.
Sólo yo conservo un facsímil.
Mío es el privilegio de enseñarlo
en cada momento a quien me apetezca
más allá de mi natural carácter reservado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)