miércoles, 19 de marzo de 2014

Deja entonces la memoria en la puerta.
Cuando odies que sea una sensación tan nueva
que aún no esté escrita.
Deja entonces la memoria en la puerta.
Cuando haya brotado esa fuente de vacío
que me lleva atando a ti por la eternidad
que no se sepa, nadie, no, ni tú, de tan nuevo:
aunque lo llamen amor
y piensen que comprendieron lo que se habla.
Yo estaré bajando contigo las escaleras
sin llaves y sin ropas,
sin cuerpo, sin distancias.