lunes, 8 de julio de 2013

Me hablas sombras de un vuelo.
No son tus labios tus palabras.
No son tu voz, tu corazón.
Es tu impaciencia, es tu deseo,
palabras por que se escapan
a conquistar no sé qué lugares.
Desaparecen. Me marcan.
Tu cuerpo me visita igual que las palabras.
Urna mortal, fuiste mientras creías
en el tiempo. Ella te hizo llave,
no para ti mismo, ni para ella,
como vino, abierta al desastre.

Moda, peinados, maquillaje, ropa

Ama el nuevo estilo de las miradas
que arropan el brillo de sus trapos-nada.
Ama el nuevo estilo de su ropa
que abrazan el brillo de su cuerpo-nada.
Ama el nuevo estilo de su piel
que envuelve el brillo de su vida-nada.
Está esperando con su desnudez
el deseo que ha de cubrir vuestra intimidad.
Memoria salvaje que saltas a mi casa o huyes
a la selva. Destrozas los muebles te llevas
la plata. Animal sin intención, revoloteo
de recuerdos, desconciertas a los criados
de mi razón y mi cordura, de mis ancestros,
de las leyes; cortas las paredes
con la espada de su sonrisa.