jueves, 25 de febrero de 2016

Hiperrealidad

¿Por qué se arroga la narración
privilegios de verosimilitud?
Tú me contabas historias.
Tú me argumentabas
con piruetas lógicas,
con metáforas accidentales,
con repeticiones mágicas,
con paradigmas situacionales.
Y yo me dejaba complaciente de mí.
Y yo te deseaba curioseante de ti.
Y a nuestro lado se derramaba el mundo.
Y por nuestros interiores se nos escurría
el mundo. Sépase
que nos estábamos inventando todo
el mundo. Sépase
que el amor nos creaba y aún nos saborea

como si nunca hubiera dejado de creer.