Abrid las puertas del Destino
y dejad que pase por un momento
la Belleza.
Mundo en ruinas, monumento en proyecto.
No existir y sólo ser nombrado.
Pude escapar a no sé cuántos recuerdos de distancia.
Me tientan con un mapa manejable
como si los adoquines no guardaran derretidos
los diseños de la nieve.
Entro en la calle.
Saco a pasear los monstruos del buenismo.