miércoles, 21 de agosto de 2013

Por contrato entre labios firmado
arriendo mi cuerpo. Sólo de sus
infantiles protestas soy responsable.
El resto:
Tejen un abrigo de leyes inapelables
mientras defienden que la caída no es inexorable.
El pan que fermenta en el horno y el vino
es la conversación que ríe de modernidad.
El amor es una carrera de armamentos.
Y cuando se resuelve vuelve a descubrirse
la desnudez.