miércoles, 15 de mayo de 2013

Hallazgos importantes del ser humano.

–1 El ridículo.
–2 Su propia humanidad.
(Uno bien de uno, dos bien del otro)
–3 El 0.
Un día me entretuve con una obligación.
Y el día que me aburrí la dejé bien colocada.
Tanto que otros –yo ya ni me acordaba– la consideraron
importante. No se conformaron
con repetirla: la idolatraron, desangraron y santificaron y
definieron las líneas de la ciudad.
Cuando llegué, admiré sus monumentos,
lamenté su suciedad –fíjense cómo era
aún mi razón paralelística–;
pero no reconocía mi obligación querida.
Cuando lo descubrí fue terrible.
Fui un monstruo. Pero lelo.
Hice con el cuidado y la obligación lo que aún no sabéis.
Escribo alrededor de una grieta.
Así dibujo mis pasos. Y mis actos
son el alrededor, los pasos y la grieta.
¿He de insistir en lo escrito? Si soy
real, soy lo escrito. Pero esta exigencia
no es física, ni casual, ni argumentativa.
Sólo es real. Sólo es escrito.
Declaro: habiéndome encontrado con tus regalos,
a saber –¿creen que iba a confesar aquí
nuestras intimidades?– vivo en consecuencia
y en resistencia civil, sonrosada y carnívora
aparentemente rastrillando sentidos
o pura apariencia.