jueves, 10 de abril de 2014

Lógica analógica

UN PUNTO ES UNA PUERTA.
Un camino es una sucesión de puertas.
La diferencia entre un camino y su paisaje
es la naturaleza abierta o cerrada del umbral.
El volumen se compone de varios marcos paradójicos.
Para asumir una nueva dimensión consideremos
todas las puertas posibles en movimiento
con o sin marco, lleno o vacío el umbral.
Natural o artificial, ilusión u objeto,
soporte o presencia, es otro cantar.
El corpus de réplicas sobre estas claves
se sitúa grabado bajorrelieve en el vacío
o en el marco o en el movimiento, o tatuadas
en el exacto lugar
en el que fuimos indiferentes a estos asuntos
y nos entretuvimos en ver si sonreías al recibirme
y si tu sonrisa haría de mí 
una perpetua revolución inminente.
Unos labios llevan a otros.
Varios labios en nada desembocan.
Si el trayecto no eres tú
lamentaré que no te demores
a debatir profunda, profundamente.
El esfuerzo, sabed, no pertenece a este barco.
Suele frecuentar, intrépido polizonte, los relatos.
Pero aquí lo hemos descubierto, desenmascarado, desvelado.
Queremos repatriarlo; pero pronto se desvanecerá,
porque su naturaleza siempre fantasma
pertenece a una patria siempre fantasma.

El paseo por la seriedad no quedará impune

Cada cual puede decir las tonterías
que quiera, hija mía, ¿con cuánta verdad?
Si gritas te digo: "no grites".
Pero tu grito no me hace daño.
¿Qué lugar se desgarra en el cuerpo 
o en la memoria a pesar del dolor?
Pero si creo en mí,
si creo en mi dolor,
si creo en mi muerte,
doy entrada a los males del mundo,
en el que habito como cómplice.