sábado, 1 de junio de 2019

Provisión

El tiempo es una fábrica. Se alimenta
de tiempo. Fabrica tiempo. Sus residuos
son átomos de tiempo que se impregnan
en segundos y minutos, convirtiendo,
poco a poco, a las horas en tiempo.
Allí, trabajadores de todas las edades
suspiran. De todos los sexos se ganan
y desganan, trabajando para el tiempo,
dueño y señor de la fábrica del tiempo.
Pero tú eres la hierba que brota
milagrosamente allí donde el camino
no es civilización, todavía,
ni es medida ni es ley, todavía,
ni caída ni nombre, todavía,
y detiene en tus briznas
mis sueños,
cortados
en tus hojas,
para siempre.