miércoles, 16 de abril de 2014

La tierra no siempre tiene
cerrada su boca. A veces.
La tierra no siempre tiene
abierta su boca. A veces.

Dedicatoria a la inversa

Hacer compendio de tus apuestas:
apostaste por mí,
apostaste por el silencio,
apostaste por cierta magia,
sabiendo en el fondo que eran tres
imposibles. Yo, un imposible.
El silencio, un imposible.
La magia: cierta
etimología.
Es más sencillo. Es mucho más
sencillo. Impresionantemente sencillo.
Es
absurdo.
Mientras viajaba le hablaron de la incertidumbre.
Quisiste evadirte. Yo te observaré imaginando
en quién pensabas, cómo te tocaba, qué sentir
entregabas materia de fantasía. Si aquí, el corazón
allá. Si allá, el corazón aquí. Ni el corazón ni el lugar
volverán
a estar completos.