El que es
capaz de observar sus independencias
sin obsesionarse por soldar junturas sueltas
sin obedecer los requisitos de la desintegración,
hace tiempo
dimitió de sus funciones.
Pasea por el detalle.
Echa de menos, por ejemplo,
tu cintura.
domingo, 13 de abril de 2014
La memoria es un momento
diferente a otros momentos
de la razón. Debiera
recordarlo cuando te beso la piel,
cuando veloz recojo y lanzo mis palabras
directas a tu historia presente.
Pero son momentos que no hablan
entre ellos, que no se recuerdan,
no conocen al paisajista que los retrata
en conjunto, ni posan para el escultor
que modela un cuerpo tras incontables
golpes, palabras, besos, a la piedra.
diferente a otros momentos
de la razón. Debiera
recordarlo cuando te beso la piel,
cuando veloz recojo y lanzo mis palabras
directas a tu historia presente.
Pero son momentos que no hablan
entre ellos, que no se recuerdan,
no conocen al paisajista que los retrata
en conjunto, ni posan para el escultor
que modela un cuerpo tras incontables
golpes, palabras, besos, a la piedra.
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