miércoles, 5 de septiembre de 2012

Lo que has dejado en cada trocito de tu historia ya no te pertenece. Y ahora tracen los demás las líneas que quieran. Tu cuerpo deseado.
La arquitectura de ese imperio ya no fue más la misma desde que tú la estudiaste. De niño garabateabas.

Como de cada objeto

Como de cada objeto se desprende una lista inacabable de detalles, y no una, sino una lista inacabable de listas, podemos dar por hecho que hemos perdido la mayor parte, si bien se mantiene inalterable la entereza del objeto. Y como la realidad de cada pérdida se haga en sí misma otro objeto, quisiéramos otorgar entereza a la pérdida, cuando jamás será percibida, ni imaginada, ni mucho menos recordada. Y ese continuo dejar escapar la pérdida, quién puede soportarlo.