Dos ideas
trenzan fundamentalmente el simbolismo del vampiro.
⚬ La devoración. El hombre es un devorador de almas,
pero no le sirven de alimento, y sigue muerto.
⚬ La eternidad. El hombre lleva sobre sí, dentro
de sí la historia (el tiempo) de aquellos que supieron
derramar su cuello de tinta en las afiladas páginas
que llenan nustros sueños de no-muertos.