sábado, 7 de mayo de 2011

El cielo deja volar a los pájaros para que con sus alas siembren bastones.
Trazan el sol y la luna las asas del día.
Quién se atreverá a cogerlo.
Y quién sabrá dónde llevarlo, a la humanidad,
con las manos quemadas con el fuego robado,
y dejará, en herencia, sus estigmas.
Soy un adicto al tiempo.
Tú crees que la primavera crece en los árboles.
Y si fuera un engaño, y la soledad fuera
realmente vivir
y vivir la primavera.