Lo que me incita está ya muerto.
Lo que me invita a permanecer,
vestido de paisaje, de plaza, de fiesta.
Lo que me enseña su risa.
Lo que me endulza mis lágrimas.
La rebelión de lo que nunca has sido
y seré cuando deseo el sin-sentido.
viernes, 24 de junio de 2011
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