jueves, 17 de enero de 2013

Un equívoco guardó su olvido bien doblado.
Allí donde hay una ley hay una reticencia.
Es la reticencia una obediencia mayor
que el sentido dictado por la ley.
Allí plural de reticencias inesperadas por la ley,
aunque unas lo son y otras no.
Unas obedecen. Otras besan. Otras aman.
Al paso de la ley revuelan juegos rápidos
de mariposas, ascuas y fidelidades.
Una caricia deja un reguero de ausencias.
Un abrazo lo más cercano a la desaparición.
La lógica persigue tu lengua tus dientes tus labios.
Pero tú y yo nos fuimos hace tiempo lejos del espacio.
Donde lágrimas de azúcar silban la oscuridad.