viernes, 2 de noviembre de 2012

Tus labios han recorrido cuántas veces
la distancia entre tus ojos y el recuerdo.
Tus obsesiones pasan de ti. Ellas y yo ni siquiera te tenemos en cuenta para pensarte.

Tenaza el érase una vez

Tenaza del yo y sus retorcidamente únicas
interpretaciones posibles. ¿No ves que no
quisiste decir eso cuando te nombraste?
Y si lo quisiste, qué: acaso no tuvo memoria
el amor, amor el olvido, olvido la princesa
que dibuja tus hermosos rostros
cada día de la más pura envidia.
Siempre he evitado romper las estadísticas.