domingo, 6 de marzo de 2011

Una vez más amanece ese fondo
de inmersiones para tus recuerdos.
Entre un responso de coral en blanco
y negro te ahogas, chapoteas, te zambulles.
Oyes el mar, pero sólo suenan risas.
Huyes del látigo que te empuja
a tirar un nuevo milímetro el colosal
incomprensible bloque de piedra.
Admirados, los turistas, incautos,
boquiabiertos ante la pirámide
hecha de vuestros últimos alientos.
Mientras yo, silencioso, les robo
sus móviles de última generación.

Abraza el nuevo día

El tiempo piensa
que no nacimos presentables,
y nos dibuja manzanas y desnudos.
¡Muerde ya y acaba!
Que no venga la vida, otra vez, a tentarme;
sino esta debilidad por el otro
que me hace renunciar
a ti también y a todo.
El problema de la vida es que nos quita tiempo para vivir.