jueves, 21 de febrero de 2013

Justificación de medios

.....Llamo ideología a todo sistema de ideas. Vale, por tanto, cualquier sentido ensamblado en cualquier dirección: religiones, teorías científicas, filosóficas, partidismos políticos, doctrinas económicas, ecología, moral, esteticismos, y etcéteras.
Sépase que la ideología es el opio del pueblo. De aquí se deducen varias observaciones a tener en cuenta:
–En la ideología no me trato ni como persona ni como humanidad, sino como un yo sectorial extraño e intermedio. Para el sujeto, la ideología es una ilusión-instrumento de poder. Para la humanidad es sólo hierba. Pero opio para ese sector que se vive a sí mismo como pueblo (aunque no sepa ni el opio ni el sí mismo, por el entumecimiento).
–La química del pueblo está en la idea, y no en los metabolismos materiales. Una vez más el cuerpo se afana en una biología distinta. Y la humanidad no se afana en absoluto. El pueblo vive de ideas.
–Cualquier ideología -léase sistema de ideas- nos aliena, nos separa de la presunta realidad y nos sitúa en otra realidad no menos presunta pero sí más vivida como real. La lucha, de clases, o de supervivencia, se establece entre uno y otro, esto es, estre una realidad presunta y otra, entiéndase, entre ideologías. Siendo el pueblo en todo esto mero alimento. Quién lotófagos de quién.
.....Por supuesto, todo lo expuesto viene desarrollando una estructura de ideas cuyo fundamento radica tanto en sí misma como en los vínculos con otros contextos y superestructuras. En este sentido, seguir atentamente este sistema sería una forma más de adormecernos y entumecernos la realidad. Lógicamente, podemos rebelarnos desde ya la misma lectura, dinamitando, obviando o recriminando cualquiera de sus elementos o el todo. Sería una reacción bien lógica de un sistema de ideas. Llegamos, en fin, a la paradoja más que evidente de todo enjuiciamiento verbal y racional de los hechos.
.....Esto de la ineludible aporía del discurso no es cosa nueva, según nos hace entender cierto griego que hay por ahí. Griego, por cierto, parece ser el origen de esa otra rama, menos ideológica, menos sistemática, de lo que llaman literatura (lo relacionado con los que usan las letras, ¡las letras!) o también poesía (curiosa palabra griega, por cierto). Los que os aferréis aún a la losa verosímil argumentaréis que antes fueron los egipcios y los fenicios y los indios; pero es que no es así. Podría contra-argumentaros basándome en lo relativo del tiempo, en lo relativo de la perspectiva histórica, en que nosotros mismos siempre somos anteriores a los griegos o que probablemente los erigimos como dioses o padres de nuestro estudio, pero ya veis que no tengo ganas, por lo muy fácilmente que esto se hace sólo.
.....Así pues, aprovechando la ballena fugaz de tu corazón resplandeciente, voy a contarte cómo fue que tu paciencia vino a marcharse lejos, y cómo eran las luces en la ciudad esa noche, casi tarde, pero noche aún. Y yo quise tener tu mano para siempre. Y lo que tengo ahora es el eco de tu risa y la ilusión de su objeto. Quisiera inventarme objetos para tu risa, que suena un poco a para siempre (incluso vestida de madera amarga), mientras te quedas conmigo viendo marchar la noche y lo que haga falta.
Me he alargado, pero sabrán perdonarme.