sábado, 28 de diciembre de 2013

Ilusión final

Hoy saldrás a la calle desnuda de esperanzas. Y si nada
merece la pena, no pongas pena en lo que haces. Obsérvenlo
bien, esa es su principal utilidad: el reloj nunca se mueve
de su sitio. Y yo tropiezo dos veces en mi misma obediencia.

Desmundo

Vacía los de mí con tu paciencia
de amante, pero no como lo suele
desastrar lo real, que me destroza.
Sé de lo real otro estilo nuevo.

Todos los atenienses mienten

Confunden la verdad con la voz. 
Sufren sin saber a qué atenerse. 
A qué llevan su vida ateniéndose. 
Como si fueran seres escindidos.

La obsesión no ocupa lugar

Insisto: no es cuestión de medición, 
por mucho que insistan en demostrar 
lo contrario. Sé que están dispuestos a abrir
sobre esto un largo y pesado debate.