domingo, 3 de junio de 2012

Si ahora lloviera, sería como tu voz rescatada
del infierno de mis sentimientos. Las gotas
viajarían cantando por los ríos.
la tarde gris, como el acero de unos dardos que no cayeron nunca, en alguna parte, como tus besos, dicen que arriba sigue brillando el sol
Cuándo más hermosa que el día, en que abandonaste tu imagen y mi fantasma.