jueves, 7 de julio de 2011

Todo cuanto tocaste se volvió fruto de mi amor.
Piedras, cabellos, agua, peine, herida.
Cualquier cosa valiosa como el sol.
Cualquier color dorado como dicen de los dioses.
Estúpido de ti, renunciaste a ese don
por un poco de vida. Comer, beber, poder besarme.
Hiciste de mi pasión sólo un recuerdo.
Sabido es que Cupido nunca hace Diana.
Pero por todas partes brotan apasionados
de la castidad.