Te conocí y casi desapareces. Me enseñaste a tintar de novedad mis recuerdos contigo. Aprendí a contarles a los otros tu historia sin que ni ellos ni yo nos diéramos cuenta. Lejos de mi percepción imagino tu entrega. Es una tentación esto del olvido, no me lo recuerdes. Porque a la nada ya le agradecemos bastante.