jueves, 1 de diciembre de 2011

Quoniam ubiquitatem meam ego cognosco

Aún más urgente e importante que el saber
si existe la verdad y si es accesible,
es, necesario, tomar posición: ¿qué hacer
en el caso de que la verdad exista
y qué hacer en el caso contrario? Y
en cualquiera de los casos, si de nuestros actos
llegáramos por fin al sin-sentido,
entonces, ¿qué?

¿Ves?

El mundo es un regalo para los oídos,
incluido el veneno de la estupidez
del que te encanta quejarte.

La luz nunca vuelve

Ulises nunca volvió a casa.
Lo que llegó hasta Ítaca fue su odisea.
Para iniciar el viaje final a tu mirada,
primero he de saber desprenderme de mí mismo.