viernes, 2 de agosto de 2013

#besos

Tú y yo somos la prueba irrefutable
de que el entendimiento es irrelevante.
Tú, yo, nuestra casa, el desastre, los besos y las horas.

Este calor talla la noche con sus labios.

Si te empeñas en latir tan cerca de mi piel
me limitaré a ser tu vida y un respiro.

Beso, beso, quien te inventó no sabía
qué inventaba. Cada amante
inventa de nuevo los besos, los entrega
como regalo a ti, humanidad.

Hay en los besos algo opuesto al olvido:
su misma tenacidad, su misma urgencia,
pero al revés.

Te atrapo para huir juntos de esta fugacidad
que nos persigue. Quisiera efímera
realidad, tú, pero es sólo querer,
puro querer y beso.

Este existir que arrastro manchado con tu boca.

Que falten estrellas con que contar los besos
y oscuro vacío donde echarlos de menos.

El firmamento es frío y lejano sobre tu cuerpo palpitante.

Lógica: no se puede dormir en tus labios, pero
no es incompatible con los sueños.