martes, 11 de agosto de 2015

Usos y costumbres

El edificio de tus ojos, que brilla si es preciso.
El callejón en el que se detinenen mis labios
y tu sonrisa al borde de la noche o de la charla.
El hábito del tiempo, que parece una sombra.
Los pájaros, cuyo vuelo es impronunciable.