jueves, 9 de julio de 2015

Frescura

El árbol de tus pasos comienza en el ahora
y tu cuerpo va trepando fachadas. Yo fui
la ventana que daba a tu dormitorio. 
En mi rostro caía la ducha fresca de tu cuerpo
que se perdía entre mis miembros como un verano
que se marcha con los jóvenes. 
No dudes, y si dudas, sepárate para ver germinar
alguna de mis sombras.