domingo, 13 de abril de 2014

La memoria es un momento
diferente a otros momentos
de la razón. Debiera
recordarlo cuando te beso la piel,
cuando veloz recojo y lanzo mis palabras
directas a tu historia presente.
Pero son momentos que no hablan
entre ellos, que no se recuerdan,
no conocen al paisajista que los retrata
en conjunto, ni posan para el escultor
que modela un cuerpo tras incontables
golpes, palabras, besos, a la piedra.

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