domingo, 28 de noviembre de 2010

Nunca revelaré el precio de mis promesas.
Mi corazón será una tumba.

3 comentarios:

Arya dijo...

Mejor no revelar el precio de un corazón...

Sigo sintiendome intrusa en este rincon tan personal.

Siempre, mis saludos :)

Abraham dijo...

También yo me siento un intruso entre mis propias palabras.

Ellas me confiesan sus intimidades y yo prometo no desvelarlas.

Y es entonces cuando mis palabras son las despiadadas intrusas de mis sentimientos, de mis promesas, de mis propias palabras.

juan bello dijo...

se pagan mal los corazones en estos tiempos