¡Falso, puñal, traidor!
No faltará entonces otro infierno
que aquella honesta sentencia.
Aquella sentencia del goce
que nos fijará en el odio,
pero ignorado por todos.
Luego quédate, roba tu botín;
será entonces el recuerdo.
Aliénate contigo, aliénate maldito,
maldito desde vuestro funeral.
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