jueves, 19 de mayo de 2011

Ser tanta verdad que el resto sea falso.
Las estrellas se ven, pero son falsas, y sus distancias
son falsas. Las ciudades se ven pero son falsas
y sus distancias son falsas. Los ojos se ven
pero son falsos y sus distancias son falsas.
Lo cierto se ve, es cierto, pero es falso.
Nada, fuera de la verdad, hay que pudiera nombrarla,
contrastarla, limitarla, definirla,
verificarla. Nada; sino el resto.

1 comentario:

Ignacio Reiva dijo...

Por no reconocer nuestra limitación es que llamamos verdad a nuestras mentiras. Un gran abrazo.