martes, 14 de junio de 2011

La traición perfecta, ¿es acaso posible?
Hay un error tan puro que justifique otra pureza.
Equivócate conmigo. O sin mí. A fin de cuentas,
ya nos hemos encontrado para siempre.

1 comentario:

Susan Urich Manrique dijo...

He querido escribir esto tantas veces y no sabía cómo. Entonces uno cae aquí...