jueves, 30 de agosto de 2012

Sin dedicatoria

Pienso en mi cuerpo y es una herida abierta cuyo escozor no se sacia nunca.
Pienso en mi historia y es una herida abierta, sin esperanza de cicatrizar en los próximos días.
Mi ser, en este mismo instante, herido por mi pensamiento, segrega transformación.
Tú, sin mi cuerpo, sin mi historia, ser de mí, un ser cuyos principios sólo conoceré parcialmente.

1 comentario:

Arya dijo...

Me atrevo a pensar que el amor es solo un viaje.. no un destino.
(Será que lo digo de consuelo? :)


El pulso se debilita,
cuando aun tanto
se arrulla entre venas...