viernes, 26 de octubre de 2012

Por acústica sabemos

Por acústica sabemos que el sonido no existe, sino una colección de momentos. Y si el tiempo, otra ilusión, no es sino una explosión realmente caótica de caprichosas sincronías, concluyamos: que no sabemos qué mueve la música, qué es eso que se rompe en nuestro corazón, y ameniza nuestros dedos. Y digo que mi amor es una catedral de tiempo, es una ratonera de tiempo, y un temporal de tiempo. Así como se entonan tus suspiros.

No hay comentarios: