jueves, 15 de noviembre de 2012

El oído no se sabe dónde empieza y acaba en el yo.

1 comentario:

Abraham dijo...

La sensación de que estas frases giran una y otra vez en torno a lo mismo (a saber, de la distancia entre la unidad psicológica y la imprecisa fractura de lo real) no puede ser original; quiero decir que dudo mucho que estuviera en el origen. Por lo que sé de cómo se originaron y que no tengo por que escuchármelo contar.
Lo importante es que la recepción es el único acto creativo, según hoy se me antoja (a mí o al extraño que hoy me da por ser).