lunes, 19 de noviembre de 2012

Escuchas la ovediencia.

1 comentario:

Abraham dijo...

No puede ser de otra manera.

Por un lado, sabemos que no podemos aprehender nada que no esté fundamentado en cuanto ya conocemos. Así, la novedad es realmente difícil.
Por otro lado, es evidente que hubo un tiempo en que nos hicimos acopio de incontables novedades, que llenan de color nuestro paisaje.

Hemos de encontrar la fórmula para anclar el desconcierto de lo imposible dentro de lo que asumimos como evidente.