domingo, 25 de noviembre de 2012

Mandíbula de tiburón, podrías ser el tiempo, si no me vigilaras desde la vitrina de un erudito.

1 comentario:

Abraham dijo...

Es la gramática, en su esfuerzo por lo entendible desmedido, quien parece separar los momentos. La idea se desliza y arrastra cuanto encuentra en su rambla.
Pero dudo en la realidad que se hayan esfumado los labios de tu beso. Incluso imaginario.