sábado, 1 de diciembre de 2012

La obsesión anuncia sus certificados en subastas. Los especuladores se frotan. Las manos obedecen. Sospechas varias.

2 comentarios:

Abraham dijo...

Quisiera. Ser el ajen. No que diera. Rienda suelta a la herida de lo que uno. Ya es. Y ahora dejemos que el objeto, ser ajeno, se nos marche, y estemos. Dispuestos a entrar y salir por el hueco. Del puro querer. En medio de todos los vacíos.

Anónimo dijo...

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