domingo, 14 de abril de 2013

Me levanto –quiero pensar que es una decisión libre–
y abandono esta postura cómoda –la reflexión–
y me dirijo –si es una ilusión no lo considero–
[obsérvese cómo aquí falta la descripción del trayecto]
Sé que me oyes llegar –son imaginaciones mías– .
Este abrazo no te pilla de sorpresa;
pero yo te beso sorprendido, de mí
*sospechas sobre el ser varias y no uno*,
de tu saber, tu reconocimiento, tu amor
–desengañémonos: es el calor del movimiento entre tus brazos–.

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