miércoles, 19 de junio de 2013

Me hablabas

Yo también lo creo, que hubo un tiempo
en el que pude ser un sueño gigante
suspendido minúsculo en el vacío sin límites.
Pero llegaste. En ti paró esta luz
que no es mía sino prestada no sé.
Eras y cambiaste, otra vez tus manos
lejos y tu cuerpo lejos de mis manos
¿desde cuándo? Es ahora. Y también
ahora que siento la ausencia de tus dedos
escarbando un vacío que termina con
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . –
con tus mismos otros dedos labios
brazos ausentes.

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