martes, 11 de marzo de 2014

Estudio de una mujer con abrigo celeste VI

Ha pasado más de una semana. Delante de mí estuvo apenas minutos. En pocos momentos sostuvo su mirada hacia mí. Es difícil saber si me veía o simplemente paseaba la vista como hacemos los oradores. Pero sí fue que en un momento dado decidió reparar más en sus oyentes. Creo que había permanecido un rato recitando un poco como autómata su discurso sabido, y tal vez se dio cuenta, y decidió entonces compensarnos y salir a nuestro encuentro con la mirada. Se detuvo en aquellos o aquellas que le prestaran más atención, o que considerara llamativos. No sé. Yo fui uno de ellos. Luego siguió con su paseo visual. No sé si me vio realmente. Ahora es difícil saber dónde quedan las miradas.

No hay comentarios: