viernes, 19 de septiembre de 2014

Miguel se presentaba en las fiestas como Teo. Al final de la velada reconocía que se llamaba Víctor y que debía ser discreto debido a su puesto en el consulado. Todos los documentos oficiales los firmaba como Mr. Thompson. Entre sus más allegados se gustaba como Mandy. Sólo cuando deseo disimular fingía ser yo y si me preguntaban reconocía que me encontraba fuera de la ciudad. Esto acarreaba, al más conocido como Arturo, no pocos problemas. El más interesante le ocurrió cuando su familia descubrió que no respondía por el nombre de Vicente.

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