domingo, 26 de abril de 2015

Sal

A través de la ciudad, el sudor hinca sus estrelladas púas
para hacerme una decisión hecha de agua.
Soy el instrumento minúsculo de una orquesta gigantesca
cuyas harmonías no alcanzo a escuchar.
Todo sentido volverá a diluirse como en una sartén
desaparece la historia y el paseo.

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